miércoles, 25 de septiembre de 2019

Nuestro mejor proyecto

Arriesgué mi vida, me lancé al vació y volví a caer.
Pero no todo es malo, porque es la única forma de aprender.
Ahora entiendo que a veces lo que deseas no es lo que has de merecer.

No soy perfecto, soy humano y tengo defectos y sentimientos, 
juego a tener siempre la razón, pero jugando miento, porque nunca sé nada
y de ello no me arrepiento, a veces sí lo logro y otras veces simplemente quedo en el intento.

He vivido siempre a un ritmo fugaz, sintiendo como la vida se me ha escapado de las manos
y de milagro volviéndola a agarrar.
Perdiendo el rumbo miles de veces, caminando a oscuras en el camino de la incertidumbre.
Siempre agradecido porque nunca ha faltado la antorcha que mi camino alumbre.
Sintiendo terror y alivio como todos, ya debería haberse vuelto costumbre.

Qué es la vida? Sino un juego de mal gusto, donde todos subimos y bajamos con disgusto.
Tratando de encontrar una razón para sonreír mientras nos volvemos locos entre tanto susto y sin sabor.
Caminamos con tanto miedo de perder, de caer, de fracasar y todo pasa tan rápido que no nos percatamos de que lo único que necesitamos es amor.

Pero antes que todo necesitamos amor propio para conocernos, para perdonarnos y comprender que no somos seres completos y sin defectos, que somos seres aprendiendo y en formación, con errores y miles de fallas del alma y del intelecto, pero sin duda alguna, somos nosotros mismos nuestro mejor proyecto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario