viernes, 13 de abril de 2012

No me culpes

Hola mi amor nos volvemos a encontrar día tras día.

Pero ahora al verte, lo que antes mi vida alegraba, 
ahora sólo es motivo de melancolía.
Puedo notar que ya no hay más de aquella sonrisa que me estremecía, 
tu rostro se ha apagado y tu mirada sólo refleja el crepúsculo. 
Vaya terrible ironía.

Tu caminar seguro y con gracia ha sido arrancado de tu andar, 
tus piernas queman, los brazos duelen
y no hay nadie presto a tu alma consolar.

Me mata y me hiere verte víctima de tan pesada carga, 
pero los errores a nadie perdonan
y es nuestra vida la que paga volviéndose amarga.

Crees que ya no te amo pero te equivocas, 
aún más hoy que nunca lo hago
y tus lágrimas son tan tuyas como mías.
Aunque para ser honesto no logro comprender del todo el motivo de tu llanto, 
ya que eres tú la única dueña de tan cruel desencanto.

Vida mía fueron tus actos y decisiones el procurar tu felicidad y no la mía, 
creíste encontrar en otro corazón lo que yo no te ofrecía, 
pero de injusta pecaste, puesto que vivías en dos corazones
y yo no planeaba ser dueño de tu alma compartida.

Vida mía ya no estés triste
pero tampoco pretendas ignorar lo pasado y suplicar por 
volver a tu vida algo que ya no existe.

Nuestros caminos sin querer separaste,
sin tener idea de mi mano te soltaste
y me hiciste pasar el inmenso dolor del frío y el desconsuelo
y todo por nunca entender que las cosas del amor no son un juego.

Pero vida mía mis caminos he andado,
tanto mías como tuyas nuestras lágrimas todas he llorado
y en mi cielo ya la tormenta terminó
aunque nubarrones de recuerdos adornen el infinito
que pretendía fuera nuestro, pero sólo se quedó.

De luto no vayas por ahí, puesto que mi odio
después de haberte amado tanto no has de merecer.
Por los caminos que andes recuerda
que no todo siempre es lo que ha de parecer.

Ya no llores vida mía ni sufras por la despedida que causa este dolor atroz
y no te atrevas a culpar ni a reclamarme, ten en cuenta
que nuestro amor ni se fue, ni murió, ni desaparece...
Fuiste tú quien lo mató.


F. Andrés Gutiérrez S.

1 comentario:

  1. "y yo no planeaba ser dueño de tu alma compartida." Esta frase me gustó mucho

    Tú tienes una ventaja, estás vivo, la herida sangra y se purifica, para luego cerrarse. Aunque eso sí, la cicatriz queda

    ResponderEliminar